En esta obra, escrita por Walter Scheidel, el autor habla sobre la desigualdad económica a lo largo de la historia, desde la Edad de Piedra hasta la actualidad. Para ello, el autor explica la presencia de "cuatro grandes jinetes del igualitarismo”, que son las guerras, las revoluciones, la quiebra de los Estados y las plagas y epidemias. Según Scheidel, a pesar de la multitud de intentos que se han llevado a cabo para paliar los niveles de desigualdad, estos grandes jinetes han sido los únicos medios para reducir en grandes proporciones el índice de desigualdad.
El autor explica que las guerras, el primero de los jinetes, provocan muchos destrozos, y que, al igual que hay una gran pérdida humana, hay una gran pérdida de capital y patrimonio, y al ser los ricos los únicos que disponen de ello, estos se empobrecen, lo que hace que se igualen ricos y pobres. Del mismo modo, los gastos en armamento también provocan estos efectos. Cabe destacar que el autor explica que las guerras que desembocan en estas consecuencias son las guerras a nivel mundial, y no las guerras civiles, que tienen menos efectos.
Respecto al segundo jinete, el autor se refiere a las revoluciones violentas, y explica que estas provocan un cambio completo en el régimen político y económico. Para ejemplificarlo utiliza el caso de la Revolución Francesa, la más importante según Scheidel, que trajo consigo enormes consecuencias como el fin del Antiguo Régimen, y con ello la eliminación de elementos como la servidumbre.
Para explicar el tercer jinete, la quiebra de los Estados, el autor aclara que el fracaso de un Estado significa la ruina de las élites y al contrario, provocando así la desaparición de la desigualdad. Scheidel confirma su teoría sobre el tercer jinete con lo que ocurrió en la dinastía Tang china.
El cuarto y último jinete del igualitarismo son las plagas y las epidemias, incluyéndose también las hambrunas. Scheidel explica que al morir un gran número de personas disminuye la mano de obra, lo que incita a que los trabajadores no cualificados exijan salarios más altos, provocando así que los ricos tengan que ceder ante estas peticiones. Si ocurre esto, los ricos empobrecerán al tener que pagar salarios más altos y los pobres enriquecerán al recibir más dinero, colocando a ambos grupos al mismo nivel, es decir, eliminando la desigualdad.
El autor estudia también otras formas de reducir la desigualdad que se han llevado a cabo a lo largo de la historia que no hayan costado un precio tan alto ni tanto sufrimiento humano, como las reformas agrarias, pero explica que estos métodos no han sido tan efectivos como "los cuatro jinetes del igualitarismo".
Para concluir, Scheidel dice que no sabe lo que deparará el futuro, pero que es necesaria la colaboración de todo el mundo y la implicación en este tema para que no vuelva a ocurrir nada de esto, que se considera un ciclo reiterado de desgracias.